El consejero delegado del Grupo Volkswagen, Oliver Blume, ha asegurado que la industria china de automóviles no es una amenaza para los fabricantes europeos, aunque ha reconocido que obliga a Europa a ser mejores y que, por eso mismo, conviene posicionarse para «ser competitivos».
Blume (Volkswagen) y Griffiths (Cupra) optan por una Europa más competitiva frente a las marcas chinas
