España lidera una iniciativa europea para poner en marcha un plan de recuperación para el automóvil

Un total de doce países europeos, liderados por España, han promovido una Declaración de Interés Común para la puesta en marcha de un plan específico europeo para la recuperación del sector del automóvil de los efectos de la crisis del coronavirus.

La Declaración ha sido impulsada por Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, España, Hungría, Italia, Letonia, Malta, Polonia, Portugal, República Checa y Rumanía, aunque está abierta a la incorporación de otros socios comunitarios.

Fuentes del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo indicaron a Europa Press que la ministra Reyes Maroto defendió este viernes en Bruselas esta iniciativa, liderada por España, en la que se pone de manifiesto la necesidad de ayudar a la cadena de valor europea del automóvil, «como sector estratégico» y uno de los más castigados por la pandemia del Covid-19.

Así, la titular de Industria apuntó, en su intervención en una reunión informal con los ministros de Industria y Mercado Interior de la UE, que el plan de reconstrucción de la Unión Europea tras la pandemia debería contar con un apartado específico dedicado al sector del automóvil, con un «presupuesto acorde a la relevancia que tiene en la economía europea».

Además, Maroto defendió que dicho programa asegure tanto la recuperación de la actividad del sector a niveles anteriores a la crisis como un impulso al crecimiento sostenible y su papel tractor para otros sectores económicos.

«Este plan específico debe tener en cuenta toda la cadena de valor y ha de ser compatible con los objetivos de transición ecológica y transformación digital de la UE», señaló la ministra este viernes.

10% DEL PRESUPUESTO

Estas declaraciones de la ministra están en línea con las realizadas el pasado martes por el secretario general de Industria y Pyme, Raül Blanco, que indicó que el Gobierno español pedirá que el 10% del plan europeo para hacer frente a la crisis económica que ha provocado la pandemia mundial del coronavirus se destine al sector automovilístico, ya que se trata de una industria «troncal» para toda la economía europea.

«La importancia de esta industria va mucho más allá de la simple fabricación de coches. Se trata de una operación racional. Si el sector tiene un buen plan de recuperación, lo va a notar el resto de sectores», explicó Blanco.

Así, la Declaración destaca que la automoción representa una de las actividades «estratégicas» de la economía europea, ya que supone el 7% del PIB comunitario y el 12% de las exportaciones, con una inversión anual en I+D de 57.400 millones de euros.

La carta, firmada por los ministros de Industria de doce países, apunta que la industria automovilística tuvo que parar casi por completo su producción durante casi dos meses por la expansión del Covid-19, con un impacto sobre el conjunto de la cadena de valor.

Esta situación, sumada a la paralización comercial y a la caída de la demanda, provocó «pérdidas significativas» a todos los grupos automovilísticos y también motivó la puesta en marcha de medidas masivas de recorte de empleo de carácter temporal. Todo ello en un momento en el que el automóvil estaba inmerso en un proceso de transformación hacia una movilidad más sostenible y acompañado de fuertes inversiones.

«Los Estados miembros de la UE afectados están buscando formas de restablecer los niveles de producción y demanda del mercado lo antes posible. Por lo tanto, compartimos la voluntad de que el llamado Plan de Recuperación de la Unión Europea incluya urgentemente un Plan Dedicado para el Sector del Automóvil con un fuerte apoyo, en
en línea con la importancia de esta industria para la economía europea y el papel relevante que puede desempeñar como un importante impulsor de la recuperación económica», recoge la misiva.

Así, resalta la necesidad de dar «tiempo suficiente» a esta industria para alcanzar una completa recuperación, no solo a los niveles anteriores a la crisis, sino para posicionarse de cara a un crecimiento en el futuro.

El plan, según los firmantes, debería centrarse en la recuperación de toda la cadena de valor, promoviendo la investigación y la innovación para acelerar la transición a un nuevo modelo de movilidad sostenible y debería contemplar medidas específicas para reiniciar la demanda de vehículos, especialmente los de bajas y cero emisiones.